Los hábitos son conductas que repetimos regularmente sin reflexionar o con muy poca reflexión. Son comportamientos fruto de la costumbre, rutinas más aprendidas que innatas. Hay de muchos tipos: hábitos físicos, sociales, mentales, afectivos, saludables…. Además estos pueden ser beneficiosos o nocivos para nuestras vidas. ¿Te has parado a pensar cuáles de tus hábitos te ayudan a poner mejor la vida en el centro y cuáles te dificultan más esta tarea? ¿Sabes cómo afectan estos a las vidas de otras personas con las que te relacionas? Por ejemplo, esa costumbre de poner alarmas en el móvil a todas horas, o de echar un vistazo rápido al correo electrónico antes de acostarte, ¿es igual de beneficiosa para todas las personas a las que afecta?
La herramienta Habitomatrix se trata de una matriz en la que se combinan nuestros hábitos con el impacto que éstos tienen sobre nosotras y sobre las personas de alrededor. Ofrece un esquema detallado que te que ayuda a identificar rutinas y a delimitarlas, colocándolas en un cuadrante concreto. A partir de ahí vas a poder distinguir de manera más eficaz las rutinas ventajosas de las perjudiciales. Podrás decidir cuáles deseas mantener y cuáles es preferible que sean modificadas, incluso suprimidas. Porque… no te agobies, nadie nace con ellos: los hábitos se adquieren y del mismo modo que se aprenden, se pueden desaprender llegado el caso.
Semestral o anualmente.
Aprovecha los momentos en los que arranca un nuevo curso, comienzas una nueva temporada, vuelves de vacaciones o te planificas el año. También se aconseja utilizar esta herramienta cuando alguno de los hábitos en activo te han llevado a una situación de riesgo y existe la necesidad de introducir modificaciones.
Uno a uno. No te sobrecargues con querer cambiar todos los hábitos de golpe. No va a funcionar. Vete despacio y uno a uno, midiendo en cada momento hasta dónde puedes llegar. Cambiar de hábitos es todo un reto, un estado de conciencia que requiere mucha habilidad, fuerza y práctica. Al mismo tiempo, es una actividad muy grata, puesto que conseguir cambiar los hábitos más inútiles o perjudiciales supone grandes satisfacciones y libera mucho a las personas que lo practican.
Ayuda externa. El proceso puede llegar en algunos casos a ser extremadamente arduo. En tales circunstancias puede ser necesario pedir ayuda, profesional o no, pero que sepa estar a nuestro lado y nos acompañe en la evolución.
Inteligencia colectiva. En Internet encontrarás cantidad de blogs con consejos e incluso aplicaciones móviles que te servirán para el cambio de hábitos. Introduce en un buscador “cómo cambiar de hábitos……” y encontrarás todo un universo variopinto de ideas de todos los colores. Unas te servirán y otras no. También puedes apoyarte en Internet para contar cómo lo has conseguido tú, cuál ha sido tu estrategia y qué resultados te ha dado. Compartir este tipo de experiencias puede beneficiar a otras personas, lo cual influirá positivamente en tu bienestar y tu autoestima.