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  • La guía

    El objetivo del Departamento de Empleo, Inclusión Social e Igualdad es desarrollar políticas en esas tres materias que logren que nadie se quede atrás, que en Bizkaia ninguna persona se quede fuera, relegada, discriminada o excluida.

    Este departamento combate, en colaboración con otros departamentos de la Diputación Foral, la desigualdad, que exige atención integral de las personas más desfavorecidas.

    http://web.bizkaia.eus/es/empleo-inclusion-social-e-igualdad / @Bizkaia

    • Leyenda. En cada una de ellas se especifica si es una herramientas para utilizar individual y/o colectivamente, la duración aproximada y otras herramientas de la guía con las que combinar.
    • Pautas de uso. Antes de comenzar lee bien las pautas, para qué sirve la herramienta y cuándo se aconseja utilizar. Si encaja con tu propósito, sigue leyendo los materiales que necesitas así como los pasos detallados.
    • Truquillos de apoyo. Igualmente hay algunos trucos, notas o consejos que complementan en algún aspecto a las herramientas, que te resultarán muy prácticos y sugerentes. Estamos seguras de que, con el uso, acabarás desarrollando tu recursos propios. De eso se trata; de hibridar y remezclar para cada situación concreta.
    • Prototipo. Cada herramienta viene acompañada de un prototipo o ficha de trabajo que te ayudará a realizar el ejercicio. Son elementos visuales y gráficos que facilitan la comprensión, síntesis y orden de ideas, así como la posibilidad de proponer ideas. Cada ficha-prototipo recoge los aspectos más relevantes sobre los que trabajar y que, si te apetece, puedes ampliar con alguno nuevo. Es además un elemento facilitador para el trabajo en equipo, de forma que sirve de marco y punto de partida para que todas entendamos el ejercicio. En algunos casos se plantea más como un juego; en otros, como panel de trabajo; pero de cualquier forma son manoseables y listos para pintar sobre ellos. Imprime cada una de las fichas a un tamaño óptimo para ti. Nuestro consejo es a partir de Din A3 y así trabajar cómodamente. Puedes descargar de forma individual cada una de las fichas de la web. Se aconseja llevar algunos prototipos a un formato manual, habitando las propias herramientas y fichas, y activando tu creatividad al máximo.
    • Materiales. Asegúrate de preparar los materiales necesarios con antelación.
    • Temporalidad. Con cada herramienta vienen consejos sobre cuándo utilizarla, pero siéntete libre de marcar tus ritmos. La duración entre ellas es muy variable. Algunas son acciones sencillas, cortas e inmediatas. Otras requieren un trabajo mayor, contrastado, a más largo plazo.
    • Mide el progreso. Recomendamos que vuelvas sobre las herramientas una segunda vez al menos, para ser consciente de si te resulta útil, si has obtenido los cambios deseados, si te han llevado a situaciones nunca imaginadas…, etc. Tómate un momento de reflexión y revisa los avances, como un tiempo glorioso que va a impactar seguro en tu poner la vida en el centro.

    • Hazte una pulsera chula que diga “A partir de las 5 no trabajo” o “Mi horario laboral termina a las 3”.
    • Junto a las facturas que presentas elabora una “Memoria de los Tiempos”, donde puedas anotar por un lado el dinero que facturaste y por otro lado el tiempo (de trabajo) que te costó, el tiempo que dedicaste y el tiempo (de ocio, de cuidados) que te robó. Simplemente para que lo veas, que seas consciente y lo tengas por escrito, para poder comparar… y sacar tus propias conclusiones.
    • Registra dentro del horario laboral los tiempos destinados a poner la vida en el centro, desde los cuidados hasta la participación en proyectos de interés común.
    • Adapta tus horarios a tus necesidades y responsabilidades. Evita al máximo, en la medida que puedas, jornadas maratonianas o cambios continuos por adaptarte sin justificación al resto.
    • ¡Ojo con la flexibilidad y los horarios! Ojo con el abusar del be water, my friend. Que no sea un arma de doble filo, y te veas arrastrada por la corriente. El tiempo tiene límites: tu horario para estar disponible, también.
    • Márcate tareas asumibles por semanas y organízatelas después por días.
    • Diariamente, antes de comenzar la jornada, revisa las tareas para el día; marca prioridades e intenta cumplir tu programa al máximo. Sé especialmente rigurosa con las que no estaban apuntadas, repítete a ti misma un “hoy no puedo” o un “esto puede esperar a mañana” de vez en cuando. Ser fiel a tus prioridades y poner freno a la procrastinación es muy saludable. Créenos.
    • El tiempo para la planificación es un tiempo más que hay que sumar a las tareas. Si no lo integras de esta manera será poco probable que lo cumplas y volverás a tropezar con la misma piedra.
    • ¿Digital o papel? Tu eliges, pero elige una herramienta para organizarte. Asegúrate de que tus tareas, tanto productivas como reproductivas, están planificadas. Si no usas lo digital por desconocimiento, recomendamos que te hagas una inmersión a través de un curso o la asesoría de alguien. Pero no dejes de de intentarlo, que quedarte desfasada al final trae también problemas, y hoy por hoy existen cantidad de herramientas que te pueden hacer la vida más fácil como los calendarios y agendas digitales, libros de Excel, Slack, Kanban, Trello, Wunderlist o Toogl, por poner algunos ejemplos.
      • Lleva un “diario de autocuidados” con las acciones amorosas y cuidadosas que te administras a ti misma día a día. Ejemplo:
        • Lunes: escuché música que hace tiempo que no escuchaba y estuve bailando sola
        • Martes: me permití equivocarme, me perdoné y me vi una peli por la noche para celebrarlo
        • Miércoles: asistí a una formación on-line que me pareció súper enriquecedora
        • Jueves: salí de cañas y me permití un rato de relax y risas con mis amigas
        • Viernes: estuve un buen rato, tras la ducha, hidratándome la piel
      • Hacerte una camiseta con el lema “Me estoy cuidando” para ir con ella al trabajo, a ver un local, asistir a un evento de networking, a las reuniones, a la seguridad social, a la agencia tributaria, etc.
      • Cuando alguien (proveedor, colega o cliente) trate de ponerse en contacto contigo fuera de horario laboral, cuando estás atendiendo tus necesidades, las necesidades de tu familia o de tus criaturas, enviar a modo de respuesta automática “Por favor, no molestar, me estoy cuidando” o “estoy cuidando a otras personas”, según sea el caso.
      • No temas ser radical con lo esencial: prioriza el tiempo de tu vida antes que nada.
      • Organiza los tiempos de trabajo en relación a las necesidades de cuidado y no al revés.
      • Atrévete con un detox de las redes sociales y cualquier dispositivo digital durante unos minutos al día. Sigue con la dieta ¡hasta que estés totalmente en forma!
      • Integra horas de crianza en la jornada laboral.
      • Trabaja en equipo, realiza reuniones afectivo-relacionales que sean espacios cómodos, blandos y libres de juicios, para que cada persona tenga la posibilidad de compartir cómo está en ese momento. También pueden ser pequeños guiños afectivos al comenzar las reuniones con una ronda de “¿cómo estamos hoy?”.
      • Comparte una reducción de jornada para la crianza junto a tu colega. Por ejemplo, alternando un año tú y un año él o ella.
      • Pon la comunicación también en el centro, especialmente cuando estamos en equipo. Asegúrate de que las cosas quedan dichas y da espacio para la escucha y los comentarios sin juicios. Quizás, las personas que vais a realizar esa comunicación tengáis que entrenar previamente las técnicas de escucha. Ejercitar un poco la tolerancia a otras opiniones diferentes a la mía, o la capacidad para bajarte del burro de vez en cuando, puede significar resultados increíbles.
      • Promueve la confianza y ayuda mutua entre el equipo de manera consciente, especialmente cuando alguien atraviesa un momento complicado en el necesite una buena dosis de apoyos y afectos.
      • Dedica tiempo y recursos a tu red más cercana (amigas, familia, vecinas, compañeras de trabajo…, etc.). Esa red es la que te cuida y te sostiene día a día. Un intercambio sano de afectos acarrea salud y los beneficios de tener una buenas relaciones afectivas en el entorno se notan incluso en tu hoja de resultados.
      • Cuida el lenguaje, especialmente en la esfera digital. Diseña unas cuantas frases o saludos para los mails, que predispongan a las receptoras de tus mensajes a trataros con cuidado. Expresiones tan sencillas como “espero que hayas empezado bien el día”, “es un placer hacer este trabajo contigo” o “que disfrutes de una buena tarde”, generan un clima bien cálido, propicio para que crezcan los cuidados, incluso (y por qué no) los afectos.
      • Aliméntate e hidrátate lo mejor posible, de la forma que a tí más te favorezca. Descuidar esto puede acabar trayéndote problemas a la larga. Aprende a tomarte tu tiempo para hacerlo con conciencia, masticando lento y dando a las comidas el espacio que merecen. Comer puede ser una forma de meditar y un ejercicio sano.
      • Cuando sientas cansancio máximo o stress absoluto ¡no dudes en parar!. Podemos parar y debemos hacerlo cuando lo necesitemos. Allí donde estés, túmbate o siéntate, pero respira, y permítete unos minutos para ti. Si ya tienes cierta práctica en esto, te recomendamos tener una almohada o un cojín confortable cerca.

      Date placer siempre, cuando puedas y como puedas. Placer todo el rato. Con los cinco sentidos. No esperes que nadie vaya a procurártelo: responsabilízate tú misma de tu necesidad de experimentar placer, y atiéndela. Mira cosas bonitas siempre que puedas, escucha música agradable, haz que el espacio donde trabajas huela bien, déjate llevar por la risa de las crías que juegan en la calle o admira un día descalza el amanecer.

    • Coloca las siguientes leyendas o lemas en post-its bien visibles cerca de tu escritorio, con los imanes de la nevera, como carteles en las plantas de la oficina que ves cuando riegas cada día; y repítete a modo de mantra
    1. Soy una persona profesional de éxito
    2. Lo que hago es importante
    3. Me gusta triunfar
    4. Nada ni nadie vale más de lo que valgo yo
    • Conjuga el verbo cobrar en todas sus formas. Cada día. En presente, en pasado y en futuro. En voz alta. En indicativo y en subjuntivo. Hacia adelante y hacia atrás. Yo cobro / Tú cobras / Ella cobra / Él cobra / Nosotras cobramos / Nosotros cobramos / Vosotras cobráis / Vosotros cobráis / Ellas cobran
    • Habla de dinero. Hazlo con personas con las que tienes confianza, pero habla de dinero. Tampoco tienes que contar el detalle de tu cuenta corriente, pero es positivo compartir preocupaciones, dificultades, casos de éxito, trucos y remedios con otras personas afines a ti, que se encuentren en una situación parecida a la tuya. No tengas ni miedo ni vergüenza a preguntar y a abrir estas conversaciones. Los saberes compartidos en este terreno pueden ser muy ventajosos para todas.
    • Detente a pensar si estás cobrando poco o menos de lo que deberías cobrar, por factores externos (mercado, competencia, habilidades, oferta…) o por decisión propia (porque quieres mucho a la persona que te ha contratado, te gusta hacer favores, sientes que trabajar no te cuesta nada…). Reflexiona si eres tú quien elige cuánto y cómo cobrar, o son otras personas las que lo hacen por ti. Analiza qué tipo de relación tienes con el dinero: si tu vida gira en torno al vil metal, o eres de las que les da vergüenza tratar, y por no hablar del tema de la pasta prefieres adelantarte y pagar con lo tuyo. Debes estar muy atenta por si te estás precarizando a tí misma: el mejor indicador de esto es ver que trabajas muchas horas y obtienes poco dinero. Cuidado si se da esta situación.
    • Si preparar presupuestos es una tarea ardua para tí, hazlo en días con alta motivación y energía. Busca el momento. Piensa en el premio que te vas a regalar después de hacerlo.
    • Cuando te sientas con pocas habilidades para reuniones de venta y marketing piensa en un curso de comunicación y representación que te ayude. Busca a una persona de las artes escénicas y prueba unas cuántas clases. Verás que el avance es brutal, ¡y además lo puedes pasar muy bien!
    • Haz un juego sencillo: prueba en los próximos presupuestos o pedidos aumentar entre un 15-30% el importe a ver cómo responden los clientes. Quizás subir tus precios es más un límite mental que real. A partir de ahí elige un incremento marginal cada año.
    • Exprime al máximo las capacidades y habilidades propias, que puedes ofrecer a tus clientes. Haz una lista de todas ellas (soy una persona calmada, doy órdenes o mando tareas sin violencia y sin agresividad, tengo equis años de experiencia en este trabajo, planifico genial a largo plazo, escucho bien a otras personas, hablo inglés, en encanta mediar en situaciones conflictivas y lo hago bien, me sé un montón de chistes…) y revisa si hay alguna que no estás poniendo en valor. ¡Exprime todos tus limones!

    Nos referimos a aspectos como :

    • las exigencias de tiempos y recursos que comenzar y mantener un proyecto emprendedor requiere
    • la distribución desigual de los cuidados que recaen sobre las personas emprendedoras, especialmente mujeres;
    • las dificultades para la conciliación y la escasez pública de incentivos para ello
    • el obsoleto esquema de reparto de los tiempos 8 / 8 / 8 (trabajo; vida; descanso);
    • emociones y estados psicológicos (miedos, falta de confianza, autolimitaciones…);
    • la perpetuación de estilos de dirección, liderazgo y organización empresarial patriarcales que priman la eficiencia, la competencia y los resultados económicos ante el bienestar de las personas
    • la vinculación del “éxito” con factores predominantemente económicos
    • el imaginario expandido de persona emprendedora única y «todopoderosa», en detrimento  de modelos de emprendimiento colectivo
    • la programación de reuniones y eventos en horarios de conciliación
    • la soledad de la persona emprendedora;
    • la falta de auto-cuidados
    • la invisibilización pública por parte de las personas emprendedoras y de la sociedad en general de una situación que nos compete a todos y todas.

    ….y otros tantos que seguro nos dejamos

     

    Desde ColaBoraBora llevamos un tiempo siendo conscientes de este malestar al que se necesita en primer lugar, atender y visibilizar, y posteriormente buscar soluciones innovadoras para paliar sus efectos en pro de un emprendimiento sostenible. Este proyecto nace con la intención de aportar a generar una cultura del emprendimiento que ponga a las personas en el centro. Conscientes de sus limitaciones y torpezas, se trata de diseñar un tablero de juego común para seguir de forma colectiva transitando a un futuro más deseable. Y sobre todo, que no queremos hacerlo solas, sino con la participación activa de todas personas y agentes que sientan atracción por el proyecto. ¿Eres una de ellas?

    La Quinta Ola es un espacio libre de juicios y etiquetas para la creación, la formación, la comunicación y el empoderamiento, que responde a las necesidades de crecimiento de Silvia Allende y May Serrano. Desde el año 2009, con la fundación del colectivo Mujeres Imperfectas y el abandono de sus respectivas zonas de confort, estas dos mujeres empezaron a desarrollar la metodología Exigencia Cero y llevaron a cabo diferentes acciones y proyectos centrados en el cuerpo y sus interrogantes. Su trabajo se apoya en la disposición de espacios seguros pero incomodantes, donde nada – ni nadie – se da por sentado.

    https://laquintaola.net@La5Olaeselamor

    LA GUÍA

    La guía contiene 19 herramientas, divididas en tres capítulos (Vivir, Cuidar, Cobrar), que puedes utilizar las veces que quieras. Además de un listado de trucos y remedios para que te administres de acuerdo a tus necesidades, como píldoras o en pequeños tragos.

    PAUTAS DE USO

    La guía tiene un carácter totalmente práctico para que dejes de dar vueltas a cómo llevar al día a día esto de poner la vida en el centro. Hemos diseñado varios elementos que te ayudarán a definir, explorar, testar cómo estás o estáis de “centradas” y a partir de ahí comenzar a generar pequeñas (¡o grandes!) acciones que incorporar a tus rutinas. Según tus necesidades y tus velocidades, puedes comenzar con aplicarte una o dos, o lanzarte de cabeza a probar todas ellas. No hay un único orden de uso, sino un objetivo de cada una que se combina y relaciona con las otras.  Nuestro consejo es que lo hagas cuando dispongas de tiempo de calidad para dedicarle, sin que esto vaya a suponer una carga más (sólo faltaba). Decide cuáles y cuándo, y valora si hay otras personas con las que podrías contar para su uso. En ese caso, abre una buena conversación con tu grupo explicándoles de qué se trata y estableciendo en agenda cuándo vais a poder dedicarle ese precioso tiempo.

    TRUCOS Y REMEDIOS

    Si has llegado hasta aquí, es porque no te conformas y quieres más. Quieres pasar a la acción y cambiar hábitos o modificar algunas rutinas. ¡Es tu momento!

    Complementando a las herramientas, te dejamos aquí un carro de trucos y remedios, para que te administres de acuerdo a tus necesidades. Porque no nos vale a todas las personas lo mismo siempre (unas son de té rojo, otras de té negro o verde) y cada caso es cada caso. Puede que algunas de estas pistas te parezcan contradictorias, incluso. Siéntete libre de utilizarlas o no.

    Se pueden administrar como píldoras, en pequeños tragos… aunque también los podemos contemplar como tabla de ejercicios, ya que en muchos casos nos estamos reeducando, estamos reaprendiendo y tratando de modificar viejos hábitos. Esto, como bien sabemos, exige mucho entrenamiento.

    PARA VIVIR

    PARA CUIDAR

    PARA COBRAR

    Otros recursos que hemos encontrado y que pueden servir de complemento